-Resumen:
Los datos epidemiológicos de las últimas encuestas disponibles, señalan que más del 60% de la población española consume habitualmente alcohol, con un 4-7% de prevalencia de bebedores de riesgo (más de 40 gr./día en varones y 25 gr./día en mujeres).
-Desarrollo:
Son 3 tres los niveles básicos de la vida del paciente: individual, familiar y social.
Los fenómenos que contribuyen al desarrollo de dependencia son aquellos relacionados directamente con el sistema de recompensa (refuerzo positivo) y los que implican a otros sistemas de forma que el consumo de alcohol se comporta como un refuerzo negativo.
En ambos procesos intervienen diferentes sistemas de transmisión. Se implican en la dependencia de alcohol los circuitos de neurotransmisión dopaminérgica, noradrenérgica, serotoninérgica, glutamatérgica, de opioides endógenos, GABA, y canales del calcio.
El consumo agudo de alcohol produce sedación y euforia por liberación de dopamina, inhibición de los canales de calcio, inhibición de los receptores para glutamato NMDA (N-metil-D-aspartato) y potenciación del GABA.
El consumo crónico produce deseo de consumo por disminución niveles de dopamina, incremento canales del calcio, incremento de los receptores de NMDA y disminución del GABA.
En la abstinencia se produce un estado de excitabilidad neuronal en el que están implicados el elevado número de receptores NMDA, y canales de Calcio y la disminución de gabaérgicos.
La actividad del receptor NMDA en hipocampo pude provocar convulsiones y el aumento de liberación de dopamina en hipocampo puede provocar alucinaciones en el delirium tremens.
Su molécula pequeña es y poco polar, por lo que atraviesa bien las membranas biológicas. 1 gramo de alcohol aporta al organismo 7,1 kilocalorías.
Parte del alcohol se metaboliza en estomago por la alcohol-deshidrogenasa (ADH) que es menor en la mujer. Se distribuye rápidamente por todo el organismo, excepto por el tejido graso, y alcanza la máxima concentración a los 30-90 minutos de su ingesta.
Cuando la intoxicación se hace progresivamente más intensa pasa por 3 fases: excitación psicomotriz, incoordinación con depresión cerebral y coma.
Puede asociarse a amnesia para los acontecimientos ocurridos durante la intoxicación. Con el desarrollo de tolerancia, los efectos motores, sedantes y ansiolíticos del alcohol disminuyen de intensidad.
Los trastornos relacionados con el alcohol se clasifican en abuso (DSM-V), consumo perjudicial (CIE 10) y dependencia, intoxicación y síndrome de abstinencia.
El consumo de alcohol que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo y que se manifiesta al menos por dos de los hechos siguientes en un plazo de 12 meses:
– Se consume alcohol con frecuencia en cantidades superiores o durante un tiempo más prolongado del previsto.
– Existe un deseo persistente o esfuerzos fracasados de abandonar o controlar el consumo de alcohol.
– Se invierte mucho tiempo en las actividades necesarias para conseguir alcohol, consumirlo o recuperarse de sus efectos.
– Ansias o un poderoso deseo o necesidad de consumir alcohol.
– Consumo recurrente de alcohol que lleva al incumplimiento de los deberes fundamentales en el trabajo, la escuela o el hogar.
– Consumo continuado de alcohol a pesar de sufrir problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes, provocados o exacerbados por los efectos del alcohol.
El síndrome de dependencia de alcohol se refiere, al abuso y la existencia de síntomas conductuales y fisiológicos que indican que se ha perdido el control sobre el consumo y se sigue bebiendo a pesar de las consecuencias adversas.
La dependencia patológica al alcohol evoluciona durante 5-15 años hacia una expresión de alteraciones físicas y psíquicas, consecuencia de la intoxicación prolongada.
El delirium por abstinencia alcohólica (delirium tremens) se caracteriza por confusión de conciencia, agitación, temblor intenso de manos, alucinaciones, delirio ocupacional e hiperactividad autonómica.
Puede durar semanas o meses, veces se precede de crisis convulsivas generalizadas de abstinencia.
La alucinosis alcohólica es una alucinosis orgánica de desarrollo breve (48 horas) con alucinaciones vívidas y persistentes (auditivas o visuales) tras la interrupción o disminución de la ingesta alcohólica en una persona que parece presentar una dependencia alcohólica.
La encefalopatía de Wernicke se caracteriza por confusión de conciencia (confusión, apatía, somnolencia), parálisis oculomotoras, nistagmus vertical y ataxia. Debe tratarse urgentemente con tiamina por vía parenteral, para evitar su evolución hacía un síndrome de Korsakoff.
Este síndrome se caracteriza por amnesia retrógrada y amnesia anterógrada, confabulación, alteración de la atención/concentración, introspección limitada de su incapacidad, apatía e indiferencia. Se altera la memoria declarativa (memoria directamente accesible al conocimiento), pero no la aprendida.
Suele existir una disminución del tiempo de protrombina, aumento de la GGT, GOT, GPT, VCM, ácido úrico, triglicéridos, urea y el volumen corpuscular medio o VCM eritrocitario se encuentra elevado, por efecto tóxico directo del alcohol sobre los hematíes, deficiencia de ácido fólico y hepatopatía asociada.
La CDT o transferrina deficiente en carbohidratos se utiliza en la clínica desde 1992, está elevada en el 80% de bebedores de riesgo (que consumen entre 50-60 gr. de alcohol/día) y en el 90% de pacientes alcohólicos.
Su vida media es de 15 días, por lo que tras la abstinencia sus valores se normalizan en dos semanas y vuelve a subir tras las recaídas, siempre que se beba más de 50 gr. de alcohol/día durante una semana:
-Conclusiones:
El consumo de alcohol medido en gramos de alcohol se calcula multiplicando los mililitros de bebida por la graduación de la misma multiplicado por 0,8 y dividiendo el resultado por 100.
Cada vez es más frecuente el uso de la Unidad de Bebida Estándar (UBE) que se refiere al contenido medio en alcohol de una consumición habitual en cuanto a su graduación y volumen.
Se acepta que 1 UBE equivale a 10 gramos de alcohol. En función de la cantidad de alcohol consumido se clasifican los bebedores en grados:
En nuestro país, hemos adaptado la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y los niveles considerados de riesgo son para mujeres y personas mayores de 65 años consumir más de 17 UBE por semana o bien más de 2 UBE diario o 4 ocasionalmente.
En adultos en general sería, más de 4 UBE diarios; para hombres, o más de 28 UBE por semana o más de 5 UBE ocasional.
Los siguientes son los síntomas de la intoxicación aguda:
-Fase de euforia: se llega a este punto cuando la alcoholemia, es decir, la tasa de alcohol en sangre, llega a los 0,5 gramos por litro (g/L). Como norma general si se deja de beber en este punto es difícil sufrir intoxicación etílica.
La persona se encuentra desinhibida y eufórica pudiendo actuar de manera impulsiva.
-Fase de intoxicación: llegado el punto al que el organismo no está acostumbrado a los niveles de alcohol ingeridos, el cerebro empieza a fallar en la coordinación de movimientos, lo cual es causa de caídas y lesiones.
La persona puede tener sensación de calor por la dilatación de los vasos sanguíneos, pero realmente ese calor se pierde produciendo hipotermia.
-Fase de confusión: la tasa de alcoholemia llega a los 2g/L, el cerebro se ve realmente afectado y es incapaz de permanecer alerta. La persona presenta somnolencia y dificultad para hablar y comprender.
En este punto suelen aparecer náuseas y vómitos, ya que el organismo rechaza el alcohol en un intento por protegerse. Pero dejar de beber no siempre es seguridad de que se va a frenar, ya que es posible que aún haya alcohol en el intestino y se siga absorbiendo.
-Fase anestésica: a los 3 g/L de alcohol en sangre el cerebro empieza a perder el control sobre el organismo. La persona no puede comunicarse correctamente, muchas veces puede llegar a perder la conciencia y el control de los esfínteres.
Este es un punto crítico debido a que la persona ya no es capaz de valerse por sí misma y necesita atenciones.
Fase de shock o coma etílico: la tasa de alcoholemia llega a 5 g/L y el cerebro pierde totalmente el control de la respiración y el corazón.
Llegados a este punto es imprescindible la asistencia sanitaria, ya que si se alarga este estado las probabilidades de sobrevivir sin daño cerebral disminuyen drásticamente.
Los centros responsables de la respiración se ven afectados y se puede producir parada cardiorrespiratoria y muerte.
Los siguientes son signos de alcoholismo crónico:
– telangiectasias (arañas vasculares)
– bazo agrandado
-atrofia testicular y disfunción sexual
– anemia
-cáncer
– enfermedad cardiovascular
– contracturas de Dupuytren (también pueden ser congénitas)
– hígado agrandado o fibrótico
– gota
– ginecomastia
-hipertensión
-neuropatía
– convulsiones
Los siguientes son signos y síntomas de abstinencia de alcohol:
-agitación y ansiedad
– diaforesis
– cefalea
– náuseas y vómitos
-convulsiones
-temblores
– alucinaciones visuales y auditivas
Los siguientes son signos de delirium tremens (es decir, delirio por abstinencia de alcohol):
– Delirio
– Taquicardia e hipertensión
-Elevación de temperatura.
El alcohol es uno de los factores de riesgo más frecuentemente implicados en los accidentes de tráfico. El alcohol está presente entre el 30% y 50% de los accidentes mortales.
Son muchas las muertes que se pueden evitar si todos hacemos un consumo responsable del alcohol y no se debe en ningún caso conducir bajo sus efectos.
-Referencias:
-Vol. 11. Núm. 3. Trastornos Adictivos
páginas 191-199 (Julio 2009).DOI: 10.1016/S1575-0973(09)72411-0
Evaluación del consumo de alcohol y diagnóstico de patrón de consumo
M.. Silla Stoela, B. Rosón Hernándeza. Hospital Universitario de Bellvitge. Hospitalet de Llobregat. Barcelona. España.
– José L. Valencia Martín et al. versión On-lineISSN2173-9110versión impresa ISSN 1135-5727.
Rev. Esp. Salud Publica vol.88 no.4 Madrid jul./ago.2014
https://dx.doi.org/10.4321/S1135-57272014000400002.
-Keywords:
abuso de alcohol, consumo de riesgo de alcohol, consumo en la mujer de alcohol, Unidad UBE de consumo de alcohol, alcohol y delirio, alcohol y alucinaciones, encefalopatía de Wernike y alcohol, tiamina y alcohol, sidrome de Kosakoff y alcohol, ginecomastia y alcohol, disfunción sexual y alcohol.