Hígado Graso no alcohólico (EHNA)

-Resumen:

La esteatosis no alcohólica (esteatohepatitis no alcohólica) es un síndrome que se desarrolla en pacientes que no son alcohólicos causa daño hepático que es indistinguible de la hepatitis alcohólica.
Con mayor frecuencia se desarrolla en pacientes que tienen al menos uno de los siguientes factores de riesgo: obesidad, dislipidemia e intolerancia a la glucosa.

-Desarrollo:

La causa es poco conocida, pero parece estar relacionada con la resistencia a la insulina (por ejemplo, en la obesidad o el síndrome metabólico).
La mayoría de los pacientes son asintomáticos. Los signos de exámenes de laboratorio incluyen transaminasas elevadas. Es necesaria una biopsia para confirmar el diagnóstico.
El tratamiento incluye la eliminación de los factores de riesgo y las causas.
La esteatohepatitis no alcohólica (EHNA, a veces llamada esteatonecrosis) se diagnostica con mayor frecuencia en pacientes entre los 40 y 60 años, pero se puede observar en todos los grupos de edad.
Muchos pacientes con obesidad, diabetes tipo 2 (o intolerancia a la glucosa), dislipidemia o síndrome metabólico.
Implica acumulación de grasa (esteatosis), inflamación y en diferentes grados, fibrosis.
La esteatosis hepática es el resultado de la acumulación de triglicéridos.
Los posibles mecanismos para la esteatosis incluyen:
-disminución de la síntesis de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL).
-aumento de la síntesis de triglicéridos hepáticos (posiblemente por disminución de la oxidación de los ácidos grasos o al aumento de los ácidos grasos libres en el hígado).
La inflamación puede causar daño a las membranas celulares debido a la peroxidación de lípidos.
En una etapa avanzada, la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) puede causar cirrosis e hipertensión portal.
La mayoría de los pacientes son asintomáticos. Sin embargo, algunas personas experimentan fatiga, incomodidad o malestar en el costado derecho del abdomen.
La hepatomegalia se observa en aproximadamente el 75% de los pacientes.
La esplenomegalia se puede desarrollar si hay fibrosis hepática avanzada y suele ser el primer signo de hipertensión portal.
Los pacientes con cirrosis debido a esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) pueden ser asintomáticos, pueden no tener los signos usuales de enfermedad hepática crónica.
Ss debe excluir el consumo excesivo de alcohol y hacer pruebas serológicas que excluyen la hepatitis B y C
Biopsia de hígado
El diagnóstico debe sospecharse en pacientes con factores de riesgo como obesidad, diabetes tipo 2, dislipidemia y en pacientes con anomalías bioquímicas inexplicables que sugieran enfermedad hepática.
Las anomalías más comunes son el aumento de las aminotransferasas.
A diferencia de la enfermedad hepática alcohólica, la proporción de ASAT/ALAT (GOT/GPT) en la esteatohepatitis no alcohólica es generalmente < 1.
Por lo tanto, en daños hepáticos particularmente graves los valores de la GOT son mayores que los de la GPT, mientras que en la inflamación hepática crónica la relación es la contraria.
La fosfatasa alcalina y la gamma-glutamil transferasa (GGT) algunas veces se incrementan.
La hiperbilirrubinemia y la hipoalbuminemia son poco frecuentes.
Para un diagnóstico, se requieren pruebas sólidas (como una historia confirmada) de que el consumo de alcohol no es excesivo (por ejemplo, es < 20 g/día).

– Conclusiones:

La biopsia hepática revela lesiones similares a las observadas en la hepatitis alcohólica, que generalmente incluyen grandes gotas de grasa (infiltración de grasa macrovesicular).
Las indicaciones de la biopsia incluyen signos inexplicables de hipertensión portal, por ejemplo, esplenomegalia (aumento de tamaño del bazo), disminución de la albúmina, aumento del tiempo de protrombina (alteración de la coagulación).
Elevaciones inexplicables de transaminasas que persisten durante más de 6 meses en un paciente con diabetes, obesidad o dislipidemia.
Las imágenes, incluyendo el ultrasonido, la tomografía computarizada y, en particular, la resonancia magnética, pueden identificar la esteatosis hepática.
Sin embargo, estas pruebas no permiten diferenciar la EHNA de otras causas de esteatosis hepática.

– Pronóstico:

El pronóstico es difícil de predecir. Es probable que la mayoría de los pacientes no desarrollen insuficiencia hepática o cirrosis.
Sin embargo, algunos medicamentos (hepatotóxicos) y trastornos metabólicos contribuyen al rápido empeoramiento de la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).
El pronóstico a menudo es bueno a menos que se presenten complicaciones (por ejemplo, hemorragia varicosa).
Eliminar las causas y controlar los factores de riesgo
El único objetivo de tratamiento ampliamente aceptado es eliminar las causas potenciales y los factores de riesgo.
Dicho objetivo puede incluir la suspensión de medicamentos o toxinas, la pérdida de peso y el tratamiento de la dislipidemia o la hiperglucemia.
Los síntomas generalmente no están presentes, pero algunos pacientes experimentan molestias en el hipocondrio derecho, fatiga y/o una sensación de incomodidad.
Los signos de hipertensión portal y cirrosis pueden eventualmente aparecer y representar las primeras manifestaciones.
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Referencias:
-Non-alcoholic fatty liver disease (NAFLD).nhs.uk 19 de octubre de 2017
-Wang, H. Joe; Gao, Bin; Zakhari, Samir; Nagy, Laura E. (21 de agosto de 2012). «Inflammation in alcoholic liver disease». Annual Review of Nutrition 32: 343-368.